¿Por qué sincronizar tu ayuno con el ritmo circadiano?

Por: Beatriz Larrea / Tiempo de lectura: 7 min

Cenar temprano tiene beneficios, podrás gozar de un sueño reparador pues el cuerpo no gastará energías en la digestión. Se podrá regenerar y reparar los tejidos y las células dañadas más fácilmente.

¿Por qué sincronizar tu ayuno con el ritmo circadiano?

Esta columna es parte de nuestra serie #WellWednesday donde distintos expertos comparten información, experiencias y sus filosofías de bienestar.

El ayuno intermitente ha aumentado su práctica, convirtiéndose en una de las tendencias de salud más populares en los últimos años. Si bien puede parecer que es solo una dieta de moda, la realidad es que el ayuno intermitente se ha utilizado durante miles de años, y se considera un componente clave de muchas grandes culturas y religiones.

Investigaciones recientes han revelado que este tipo de dieta tiene algunos beneficios bastante impresionantes, que van desde la reducción de la inflamación, mejora el perfil lípido, mejora la sensibilidad a la insulina, produce testosterona y hormona del crecimiento, mejora la salud gastrointestinal, hasta una mejor salud cerebral, entre otras muchas cosas. ¡Vamos, que es el elixir de la juventud!

Además de ser increíblemente flexible, también es eficaz y fácil de seguir, por eso ha llamado la atención, tanto de las personas que hacen dieta como de los expertos en salud.
Dentro del ayuno, el que yo creo que es el mejor se conoce como ayuno intermitente circadiano. Quiere decir, en pocas palabras, ayunar de noche, comer de día. A lo que estamos diseñados como especie. 

Si miras todo lo que ocurre en nuestra vida diaria, todo gira en torno al tiempo, la salida y la puesta del sol son un ejemplo infalible de eso. Este patrón de alimentación, que para el español medio dura más de 15 horas y puede ir más allá del anochecer, cuando el cerebro debe liberar melatonina para prepararse para dormir, está directamente en desacuerdo con nuestros relojes biológicos y tiene muchas consecuencias negativas.
 

El momento adecuado

Es un pensamiento emocionante: es posible que el mejor estilo de vida no tenga que ver exclusivamente con lo que comes, sino con cuándo comes. Un número creciente de estudios y ensayos sugieren que la alteración de nuestros ritmos circadianos puede contribuir a un estado de salud no óptimo: envejecimiento prematuro, obesidad, síndrome metabólico, problemas de memoria, arrugas, etc.

Para alcanzar tu potencial en salud, belleza y peso debemos estar alineados con los ritmos circadianos. Esto quiere decir, adaptarnos a los patrones de luz y oscuridad marcados por la naturaleza. 

Para poner tu cuerpo en marcha, el profesor Satchin Panda, un destacado experto en investigación de ritmos circadianos y autor de The Circadian Code, apuesta por mantener una ventana de alimentación de 8 a 10 horas, lo que permite una limpieza nocturna mínima de 14 horas.

Comienza con sencillos ajustes

12 horas no es ayunar, es ser humano. Un período de "limpieza" de 14 a 16 horas sin comer entre la cena y el desayuno puede parecer exagerado para la mayoría de las personas, pero en gran parte es solo un problema de percepción. Después de dos o tres semanas, te darás cuenta de que mucho de lo que tu cuerpo quiere es simplemente algo a lo que se ha acostumbrado como, por ejemplo, cepillarse los dientes dos veces al día.

Pequeños ajustes en tu rutina habitual pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, puedes llevarte el desayuno al trabajo, en lugar de comer justo después de despertarte.

Por la noche, sigue cenando con tu familia como de costumbre. Vale la pena señalar, que las personas que dejan de comer a las 18:00 o 19:00 son menos propensas a tomar postres o alcohol, por lo tanto, notarán un mayor avance. El cenar temprano tiene más beneficios. Uno de ellos es que al cenar unas horas antes de dormir podrás gozar de los beneficios de un sueño reparador, ya que el cuerpo no gasta energía en la digestión, así que podrá regenerar y reparar tejido y células dañadas. Eso se traduce en más colágeno y en un mejor sistema inmune. Algo que hoy en día todos queremos.

En definitiva, el ayuno es un pequeño precio a pagar por una vida más saludable y feliz. ¿Y cómo lo hago? Te dejo un ejemplo:

  • 1ª semana: 12-13 horas. Cena a las 20 y desayuna 8-9
  • 2ª semana: 13-14 horas. Cena a las 20 y desayuna a las 10
  • 3ª semana: 16 horas. Cena a las 20 y desayuna a las 12
     

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