Guía para la ansiedad en las relaciones de pareja
Por: Beatriz Ticali / Tiempo de lectura: 10 min
Una persona que sufre de ansiedad es completamente capaz de tener una relación sana y estable, siempre y cuando tenga claro cómo manejar la situación y mantenga una comunicación abierta. Después de todo, la pareja del ansioso no vive con ese trastorno y está en ellos enseñarles. Esta columna es parte de nuestra serie #WellWednesday donde distintos expertos comparten información, experiencias y sus filosofías de bienestar
Los que sufrimos de ansiedad sabemos que ella viene con nosotros a todos lados, también sabemos que tenemos la capacidad de mantenerla bajo control, y tenemos claro que cuando se desborda contamos con las herramientas para sobrellevar el pico, pero ¿qué pasa cuando estamos en pareja?
Escribo esta guía porque sé lo difícil que puede ser que nos entiendan a nosotros, los ansiosos. Sé, a su vez, lo retador que es educar a los nuestros sobre un trastorno tan amplio y desgastante como este. También entiendo lo complejo que es para nuestras parejas actuar de la manera “correcta” en nuestros picos de ansiedad, porque si somos realmente honestos, cuando la ansiedad ataca muchas veces ni nosotros sabemos lo que queremos.
Sufro de trastorno de ansiedad generalizado, tengo pareja, vivimos juntos y nos va fenomenal. Todo esto sin esconder por solo un instante que nuestra felicidad está compuesta por mucho amor, claro, pero también por un esfuerzo en conjunto para mantenernos en constante comunicación y aprendizaje con respecto a todo y sobre todo a la ansiedad.
Escribo estas líneas para que tomes lo que te funcione y deseches lo que no, sin ningún compromiso.
A lo que vamos:
Educar sobre la ansiedad: con esto no me refiero a que vayas por todo tu barrio tocando las puertas para predicar como los religiosos, sino a que converses con las personas que más interactúan contigo, entre esas tu pareja, y les cuentes un poco sobre este trastorno, qué significa vivir con él, cuáles son los síntomas, qué puede suceder si no se toman las previsiones adecuadas, etc.
Ten en cuenta que no es una sola conversación, son varias en las que irás desglosando poco a poco cómo te sientes, darás tips para saber cómo reaccionar y entender perfectamente cómo manejar las situaciones y lo que está pasando en cada momento de la relación.
Tip para el ansioso: Paciencia. Estas conversaciones pueden tornarse en un verdadero infierno si no tienes en cuenta lo más importante de todo: tu pareja no sabe NADA sobre la ansiedad, así que te recomiendo ver estas charlas como clases para principiantes. Sé que no es agradable hablar sobre tus síntomas o gatillos, pero es necesario para la relación.
Tip para la pareja: Investiga por tu cuenta. Lee, pregunta, haz research. Te sorprenderás de la cantidad de información que existe sobre el tema y lo mucho que ayuda estar al tanto de ella.
Comunicar: Uno de los errores más comunes en las parejas que están compuestas por una persona con ansiedad y otra sin ella es que el ansioso se calla los síntomas (por pequeños que sean) y a su par le da miedo traer a la mesa el tema o preguntar cuando cree que está sucediendo una crisis de ansiedad o cuando simplemente tiene una duda.
No es momento de callar para ninguno de los dos. Mientras más información compartan, mejor será la convivencia, las conversaciones y la relación en general.
Recuerda que todo es balance. Tener comunicación abierta y clara sobre la ansiedad no significa que la relación girará en torno a ella.
Pro tip: para poder comunicar tus síntomas y los detonantes, es importante que te conozcas y entiendas tu condición. Para eso te recomiendo ir a terapia y/o escribir.
Drenar: juntos y separados. Es importante conseguir el espacio para desechar todo lo que acumulamos durante el día a través del ejercicio, y de relajarnos y conectar de una manera más profunda entre nosotros con el contacto físico y la intimidad. Dales a estos momentos la importancia que tienen.
Apoyo de expertos juntos: lo más probable es que la persona con ansiedad vaya a terapia, si es así lo mejor que pueden hacer es tomar una sesión con su terapeuta para conversar sobre el trastorno, entender los síntomas particulares de ese paciente y obtener pro tips de un experto en el tema que conoce muy bien al ansioso en cuestión.
Si ninguno va a terapia, queda una cosa por hacer: darle la oportunidad a esta herramienta y comenzar el camino del autoconocimiento.
Cuidar rutina del sueño: la falta de sueño o la mala calidad del mismo es un disparador directo para la ansiedad, por lo que es importantísimo que se pongan de acuerdo para crear una rutina del sueño que les vaya bien a ambos y la sigan rigurosamente durante la semana. Te dejo el ejemplo de la nuestra:
Yo soy de acostarme y despertarme muy temprano y mi pareja es exactamente lo contrario. Llegamos a un medio y decidimos que a las 23:30 es la hora en la que ambos nos dormimos. Cada quien se prepara y hace lo que quiera sabiendo que a esa hora, como acordamos, estamos en la cama listos para dormir.
A él le gusta quedarse dormido con la televisión encendida (cero recomendado) y a mí me gusta el silencio sepulcral y la habitación completamente oscura. Logramos definir horario de TV y además yo utilizo tapones de cera y mascarilla de ojos.
Decidimos una temperatura media para la habitación con la que ambos nos sintamos a gusto.
Respetamos el espacio del otro con respecto a la cama. Nada de invadir el espacio personal ni apoderarse de la cama. La idea es que ambos descansen.
Espacio para estar a solas: todos necesitamos tiempo con nosotros mismos. Es ahí donde logramos conectar con nuestros pensamientos más profundos, nos relajamos de una forma que sólo podemos conseguir a solas y disfrutamos del silencio.
Normaliza la salud mental: Este consejo no es sólo con respecto a la ansiedad, sino con todo lo que tenga que ver con su desarrollo y bienestar como seres humanos y pareja. Compartan herramientas emocionales, libros, experiencias, reflexiones, rodeense de personas que les hagan bien y que ambos disfruten su compañía. Comparte tus miedos, deseos, traumas y alegrías, comunica cuando te sientas abrumadx y nunca dejes de decir lo que piensas. Pon límites, se tú mismo y atrévete explorar nuevos niveles emocionales y sexuales con tu pareja.
La ansiedad puede o no definir tu relación. Tú decides.