Por: Mariángela Velásquez / Tiempo de lectura: 10 min
La generalizada creencia de que es imposible frenar y revertir la vejez estaba equivocada. El investigador David Sinclair ha demostrado que podemos controlar el ritmo de nuestro envejecimiento.
El investigador David Sinclair propone que el envejecimiento es el resultado de la acumulación de daño molecular en las células con el paso de los años. En eso basa su Teoría de la Información del Envejecimiento, con la que ha sido reconocido mundialmente.
Sinclair, biólogo molecular australiano de la Escuela de Medicina de Harvard, cree que a medida que este daño molecular se acumula, las células experimentan una disminución en sus funciones, como la pérdida de masa muscular, la disminución de la capacidad cognitiva y la aparición de enfermedades relacionadas con la edad.
Otro hallazgo importante del planteamiento de Sinclair es la relevancia de las sirtuinas en el retraso del envejecimiento. Las sirtuinas son un grupo de proteínas que regulan la función celular y que están involucradas en la respuesta al estrés y la reparación del ADN.
Lo esperanzador de esta teoría es que Sinclair niega que exista un ritmo predeterminado e inexorable para envejecer. Por el contrario, cree que se trata de un proceso que puede ralentizarse y hasta revertirse si evitamos una variedad de factores como la exposición a toxinas ambientales, la oxidación celular y los errores en la replicación del ADN.
Para Sinclair el año de nacimiento poco dice sobre el grado de deterioro del organismo y ha diseñado una prueba de frotis en la mejilla para estimar la edad biológica de las personas.
“La edad biológica es una mejor representación del estado de la salud que las velas de cumpleaños”, dijo Sinclair a la publicación Fortune Well. “Las velas de cumpleaños no te dicen qué tan bien has estado viviendo y ciertamente no te dicen cuántos años te quedan”.
Para frenar o revertir el proceso de envejecimiento es indispensable adoptar un estilo de vida saludable que permita reducir el daño molecular de las células. Si deseamos vivir más años y evitar enfermedades degenerativas como la demencia, la degeneración macular o las enfermedades cardiovasculares, Sinclair sugiere seguir los siguientes pasos:
Hacer ejercicio: La actividad física ayuda a mantener nuestras células sanas y prevenir el envejecimiento. Sinclair defiende que deberíamos hacer ejercicio con más frecuencia y mayor intensidad.
Ayuno intermitente: Comer ligero y practicar el ayuno intermitente promueve el bienestar porque activa un proceso conocido como autofagia, que es un mecanismo en el que el cuerpo recicla las células viejas o dañadas.
Evitar las toxinas ambientales: Hay que evitar a toda costa el humo del cigarrillo, la contaminación ambiental y los productos químicos tóxicos.
Meditar: Sinclair cree que la meditación podría ayudar a frenar el envejecimiento al reducir la inflamación corporal.
Terapia de frío: La crioterapia es una terapia que consiste en bajar la temperatura corporal hasta que se produzcan cambios fisiológicos en nuestro organismo. Sinclair comprobó que el frío ayuda a mejorar la circulación, reducir la inflamación y acelerar el proceso de curación de algunas enfermedades.
Interés activo: Hacer un seguimiento frecuente de tus datos básicos de salud con analíticas sanguíneas, frecuencia e intensidad del ejercicio físico, hábitos de alimentación te ayudará a mantener un estilo de vida saludable y hacer correctivos cuando creas necesario.
Apoyo a la función cognitiva: Hay que mantener la mente despierta y activa mediante actividades como la lectura, el aprendizaje de nuevas habilidades y la resolución de problemas.
El planteamiento fundamental de Sinclair es que no somos esclavos de nuestro ADN. Elegir una vida equilibrada y saludable nos ayudará a vivir más y mejor.